A PROPÓSITO DE MIGUEL BOSÉ, JOAN MANEL SERRAT, LAS PLAZAS DE TOROS DE BARCELONA Y MI TIO GABRIEL.

Queridos amigos, este titular parece un pastiche indescifrable, pero no lo es.
En redes sociales vi una foto de mi calle de nacimiento, la de Poeta Cabanyes, en dónde unos aprendices de torero practicaban pases, a diestro y siniestro, sin nadie que los ovacionara por su destreza.
Y es entonces cuando me vino a la memoria, por este orden, lo siguiente;


1º Que Joan Manel Serrat, Ilustre vecino de barrio y de calle, vivía justo enfrente del improvisado toril de aquellos aprendices.


2º Que los toreros y los toros de verdad se exhibían en las 2 plazas de toros de Barcelona. A saber, las Arenas y la Monumental.


3º Que yo asistí, en la Monumental, a varias corridas del admirado Chamaco. Todo un ídolo en Catalunya.
4º Que nunca pagué entrada. Mi vecino de escalera, realquilado de mi abuela, me llevó al coso, colándome con los turistas que acudían al evento.


5º Que mi tío Gabriel, el gran Caravaca, fue un torero cómico del Empastre en la Plaza de Toros de las Arenas. Vestido de mujer, todo de negro y con faralaes, bailaba delante del toro y cuando este le embestía se arremangaba la falda ante los gritos de risa y sorpresa del público.


6º Que en mi etapa en los mercados municipales de Barcelona, decidimos fortalecer la marca de red a través de la organización de un concierto, en la Plaza de Toros de la Monumental, con el entonces referente de los jóvenes, MIGUEL BOSÉ.

7º Que así conocí a Bosé. Un tipo muy interesante, en una larga comida y sobremesa, mano a mano, en el hotel Palace.


8ª Que hablamos de su familia torera, de sus traumas con los toros y de su padrino PABLO PICASSO.


9º Que le hablé de mi tío Gabriel de su pasado torero y de su amistad con su padrino mientras vivió en Arles.


10º Que en mi época de Fira de Barcelona, fui custodio de las llaves de la Plaza de Toros de las Arenas y fui quien firmó, en su nombre, el justiprecio que el Ayuntamiento deBarcelona había establecido para compensar a la familia Balañá.


Y esto es todo queridos amigos. Si este relato os ha gustado se debe a las casualidades de la vida y a la memoria que aún conservo.


Gracias por leerme.