NUNCA ODIES A TUS ENEMIGOS.

NUNCA ODIES A TUS ENEMIGOS.

Nunca odies a tus enemigos, no te permite juzgarles.  

Este título forma parte de una frase de la película EL PADRINO.  

Y es el mejor titular para dar inicio a este artículo sobre algunos personajes de Convergencia Democrática de Catalunya (CIU) que yo conocí durante mi dilatada vida profesional.  

Todo cuanto sigue es una transcripción de mi memoria. En su momento lo viví con incredulidad y desasosiego y, por qué no decirlo, con una irritación que no pretendo disimular. 

Mercado de la Concepción. Visita anunciada del alcalde Maragall, del concejal responsable Serra Martí y del que transcribe la escena.  

Motivo de la visita; presentación del plan de renovación a los vendedores del mercado.  

Respuesta de los comerciantes sin mediar palabra alguna; apagón de luces de todo el mercado y sonido de repique de metales batiendo objetos sobre los platos de las básculas.   

Con paso firme, pero con temor, avanza la comitiva hasta el centro del mercado. Se nos acerca un representante y nos advierte con tono desafiante; “Aquí no se tocará ni una piedra”.   

Se inicia un intercambio de argumentos y la cosa, afortunadamente, no pasó a mayores.  

Quién así nos recibió continúa siendo, a día de hoy, un alto representante del comercio de Cataluña y por descontado un iracundo independentista. 

El mercado se renovó y gracias a ello sigue con un buen nivel de ventas.  

Siguiente capítulo; Feria de Barcelona. Un capo di capi al mando de la industria y el comercio en Catalunya.  

Un coro de presidentes de salones de Fira a su servicio, afortunadamente no todos. Las subvenciones y los paniaguados producen este tipo de personajes.  

Refriegas por doquier, sin sangre, pero con una pérdida de tiempo irrecuperable discutiendo a cada certamen ferial quien debe inaugurar y que color ha de tener la cinta.  

Y polémica permanente y cotidiana entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat con el capo di capi al frente de las operaciones de asedio. Las Arenas, Pedrosa, Mas Blau fue pasto de una guerra abierta por tierra, mar y aire. 

La Fira instalada en el Poligono Pedrosa y el centro comercial de las Arenas ponen de relieve el resultado del combate.    

El tiempo pasa y los conflictos se transforman. Ahora, en esta coyuntura política, algunas actitudes aún son más chocantes. Nuestra actual alcaldesa, presidenta de la Fira, no va a la inauguración de uno de los principales salones porque es el Rey quien lo hace y para mayor INRI, ni existe el capo di capi, ni el Rey campechano es Juan Carlos, que sigue tomando el sol en Abu Dabi.  

Y la cosa sigue con el CIRE- la empresa que da trabajo a los presos- en estado de alerta permanente. Solo hubiera faltado que un recluso, empleado en un taller, se hubiera producido un rasguño, no importa el lugar ni el tipo de herida. Afortunadamente eso no pasó, pero si así hubiera sido, ni Olga Tubau, abogada del mayor Trapero, lo arreglaba.  

Pero da igual. Una famosa y disfrazada dirigente de Unió, ex consellera de Justicia y expresidenta del Parlament de Catalunya un día me dijo insolente; “El Cire es nuestro. Lo creamos nosotros.” Solo le faltó decir, nos lo habéis robado, pero se le entendía todo! 

Lo reconozco. Era verdad pero reconoceréis que el sentido patrimonial que se desprende de la frase también.  

¿Y el Mundial de natación BCN03? Ahí, queridos amigos, tuvimos una actuación de toreo clásico insuperable. El ejemplo de Barcelona 92 nos sirvió para cerrar bocas, pero hubo coacciones y amenazas.   

La Ceremonia de inauguración estaba prevista para las 20 horas, pero empezó a las 20.45 con un griterío mayúsculo de los espectadores del Palau Sant Jordi debido al retraso y con una retrasmisión en directo de TVE que, como nuestro equipo, estuvo al borde de un ataque de nervios.   

Al día siguiente se conoció los motivos del retraso. La policía incautó miles de octavillas, propaganda y pancartas, sin rastro, al menos yo no lo supe, de los ratones que un dirigente deportivo partidario de las selecciones catalanas que nos habia amenazado con esparcir por los alrededores de la piscina de competición en el momento de la inauguración del campeonato.  

Tiempo después supe que uno de los retenidos en el lavabo del Palau Sant Jordi, por resistirse a la autoridad cargado de octavillas, fue el nuevo concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona por CIU en la época del alcalde Trías.  

Y llego al final.  

Mi jefa en el Ayuntamiento, tenienta de alcalde de deportes, me encarga una propuesta de celebración del 20 aniversario de los JJOO de BCN92. Año 2012.  

Recojo el guante. Propongo que Barcelona, a través de una declaración solemne, se declare ciudad olímpica para siempre. AMIGA para SIEMPRE en los valores del olimpismo.  

Propongo que sea el alcalde, en un pleno del Consistorio, delante del presidente del CIO, Jacques Rogge, quien haga la declaración y le entregue las llaves de la ciudad convirtiendo Barcelona en la primera ciudad olímpica del mundo que se declara Olimpica for ever.   

Respuesta de mi jefa. “Ni hablar, hay que huir del recuerdo de los JJOO de BCN92 y además suena mucho a amigos para siempre.”  

Sujetándome para no entrar en cólera le reitero que no es solo mi propuesta, es la propuesta de gente relevante en el mundo del deporte y la economía que previamente había consultado y ademas es un homenaje al recuerdo del 92.  

“Cabruja, no vamos a hacer esto que propones y punto.¿ Te he de recordar que en los JJOO estábamos a la entrada del estadio entregando octavillas contrarias a España y reivindicando Freedom Catalunya?” 

Queridos amigos, la declaración se hizo sin pena ni gloria y, obviamente, sin mención al slogan que propuse, pero explicándolo hoy es mi homenaje particular a la Barcelona OLIMPICA FOR EVER.  

Como habréis comprobado no cito el nombre de ningún personaje. No fueron mis enemigos, solo son residuos del tiempo que me tocó vivir, a los que la historia no juzgara y yo tampoco.  

Como señalan algunas series y películas estas historias están basadas en hechos reales y yo añado; y los personajes no son de ficción.  

Gracias por leerme amigos. 

Deja una respuesta