SE SUICIDA YVON DESROCHERS. EL CABRUJA DE MONTREAL.

SE SUICIDA YVON DESROCHERS. EL CABRUJA DE MONTREAL.

  

En mis anécdotas, como habréis comprobado, siempre intento provocar una sonrisa final. Para mí es la mejor de las recompensas.  

En algún caso incluso recibo alguna colleja cariñosa por omitir criticas o hablar mal de alguien. Casi siempre lo evito.  

Esta nota no quiere ser una excepción, pero comprobareis al leerla que tiene un tinte amargo que,obviamente, no puedo evitar.  

En mi carta de jubilación expliqué que el alcalde Clos me dio la oportunidad de dirigir los X Campeonatos Mundiales de Natación 2003.  

Y, al hacerlo, resalté que fue, en mi vida profesional, el esfuerzo más duro y la tensión más grande a la que me he enfrentado.  

Nada de lo que antes hice fue comparable a la gestión del BCN03.  

Sin duda mi desconocimiento de este tipo de evento fue un hándicap extraordinario, solo superado gracias a un equipo excepcional, como he glosados en otras crónicas.  

Sin duda también se debió al corsé que supuso gestionarlo desde los procedimientos rígidos de la administración pública municipal: Concursos, pliegos de condiciones, informes del interventor, preguntas capciosas de la oposición municipal, incluso en muchas fases la sensación de que el mundial quedaba reducido a nuestra propia responsabilidad. Como si fuera cosa nuestra y punto.  

Algunas claves para entender la presión.  

Los gastos para hacer frente a la organización se producen día a día y los ingresos, si hay suerte, se producen en las ultimas semanas antes de la inauguración y en algún caso incluso después. Llegas a 100 de gastos y 10 de ingresos. Que martirio dios mío.   

Es un sinvivir. Se acerca el dia D y las categorías de patrocinio previstas, que parecían estar a nuestro alcance, se desvanecen por arte de birlibirloque y empieza la cuenta atrás. Aparece el fantasma de la ruina económica. Estremece solo pensarlo.  

El pensamiento negativo hace su aparición. Si esto ocurre nos vamos al pairo profesional y nadie volverá a confiar en nosotros.  

2 años trabajando duro y en solo 15 días eres consciente que cualquier fallo va a ser retrasmitido en directo a más de 180 países de todo el mundo con grandes titulares.  

Mi tarea fundamental se convirtió entonces en encontrar un mínimo común denominador del grupo que dirigía.   

La fórmula del éxito; Buen rollo y, a pesar de las dificultades, buen humor y ambiente de compañerismo.  

Pero por dentro el corazón a tope. Siempre a punto de explotar.  

El slogan del mundial decía SERA INCREIBLE.   

Y fue increíble por el escenario, por la piscina del Sant Jordi, por la asistencia de público, por la ceremonia de inauguración, por el Village, por los récords de la competición, incluso lo fue por el resultado económico del evento una vez liquidado.  

Incluso la Federación internacional (la FINA), tan proclive a la crítica constante, reconoció el gran trabajo realizado.   

FUE INCREIBLE AMIGOS, tanto, que aquel equipo sigue reuniéndose periódicamente para celebrar el paso de los años y la memoria de aquel mundial. Con la alegría solidaria y contagiosa de haber superado tan dura prueba.   

Alguien debe pensar que exagero en la dureza de lo vivido y no es así.  

Hoy quiero recordar, con mucha pena, el trágico suicidio del director de Montreal que tomó el testigo del Mundial de BCN03. A Yvon DesRochers lo conocí de cerca y le facilitamos toda la información que nos requería. No fuimos amigos, pero me pareció un buen profesional.  

El titular de la prensa mundial decía así;  

Se suicida el responsable del fracaso de Montreal.   

Yvon DesRochers, director general del comité organizador de los Mundiales de Natación 2005, que se  

debían disputar en Montreal, se suicidó el miércoles.   

DesRochers, de 59 años, padre de dos hijos, fue encontrado muerto dentro de su vehículo, que se encontraba estacionado en una céntrica calle de Montreal.  

Se quitó la vida, según los primeros indicios, con un arma de fuego.   

Las hipótesis apuntan a que el fallecido no pudo resistir las fuertes críticas de los deportistas, autoridades y  

sociedad civil en general ni el asedio de los medios de comunicación después de que la Federación Internacional  

de Natación (FINA) considerara que la candidatura de  

Montreal no era fiable económicamente, y retirará el pasado  

su confianza a la organización del evento y decidiera trasladarlo de sede.   

El presidente del COI, Jacques Rogge, manifestó al conocer  

la noticia que se sentía «conmocionado. Es algo que aflige a toda la familia del deporte.  

No he podido encontrar noticia alguna de reconocimiento a Yvon DesRochers.  Desde estas líneas mi modesto pero sentido homenaje. Descansa en paz Yvon.   

Y ahora me viene a la memoria el consejo del presidente Samaranch cuando, momentos antes de finalizar el mundial, a mi jubilo de poner broche final a la ceremonia de clausura, me dijo “ Cabruja hasta que se cierre el Palau Sant Jordi, no baje la guardia”  

Siento queridos amigos este regusto amargo de homenaje al Cabruja de Montreal, pero con este recuerdo quiero homenajear también a mis queridos colegas que juntos resistimos y juntos celebramos el éxito de aquel momento de nuestras vidas. 

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