THE OFFER
Un amigo le comenta a otro “toda la serie está impregnada de ese lirismo onírico conceptual tan propio del director. Y el amigo le contesta “Vaya que no has entendido nada, ¿no?
“Pues no. Ni un carajo.”
No es este el caso. La serie, LA OFERTA (Movistar), describe con detalle y precisión los personajes que intervinieron en la película EL PADRINO. Desde los actores principales hasta la presión que tuvieron que soportar de la mafia neoyorquina.
Parece todo recurrente y muchas veces ya visto pero lo destacable es el punto de vista del protagonista, el productor del film, que navega bajo una presión tremenda de los que la financian. Unos inversores voraces preocupados exclusivamente por los resultados de la taquilla y el retorno económico que les pueda generar la película.
Pero no solo los inversores. Todo el mundo le pide cosas al productor. Y todas aparentemente son esenciales para que la película sea redonda.
La mafia, inicialmente en su contra, Frank Sinatra directamente al cuello del productor, Francis Coppola exigiendo a Marlon Brando y Al Pacino su participación en el film y reclamando que New York y Sicilia fueran los lugares de rodaje.
La única que no pide nada es la secretaria del productor. Un papel de una actriz que borda una actuación excepcional y que, en múltiples casos, ayuda a resolver, con buen tino, los problemas que aparecen como irresolubles.
Y un apartado final para dos personajes carismáticos y desconocidos, para mi los mejores, que dan nota sobresaliente a esta serie.
Estos actores son una excelente caricatura de quienes ponían la pasta en Hollywood. No es extraño el “me too”, ni la soberbia desmedida que se estilaba en esta industria.
LA OFERTA me la recomendaron. Busqué información solvente y la encontré en la crítica de Carlos Boyero en El Pais.
Dice así “Veo de un tirón en Movistar y con bendita sensación de algo tan subestimado como el entretenimiento The Offer lo que narra me resulta apasionante. Y sospecho que no sólo para mí sino para muchas generaciones de cinéfilos enamoradas a perpetuidad de una saga llamadaEl Padrino.
La gran magia funcionó en el resultado final de El Padrino. Y fue posible no sólo gracias al inmenso talento de Coppola, sino también a gente que creyó indesmayablemente en que el milagro podía hacerse verdad. Y vuelvo a ver las tres partes de El Padrino. Y mi orgasmo es el de siempre.”
Y con esta admiración de Carlos Boyero no me resisto a que pase desapercibida entre vosotros. No os la perdáis. Pasareis un buen rato y la ganas de volver a ver el PADRINO serán el signo inequívoco de que os ha gustado.
Gracias amigos por leerme y gracias Lolo Ibern por tu recomendación.