LA FIRA , MONTMELÓ Y LA FORMULA I. MATRIMONIO DE CONVENIENCIA.
Nadie me ha preguntado pero quiero responder a algunas cuestiones que me han hecho reflexionar a raíz de dos acontecimientos que han ocupado a la prensa estos últimos días.
Me refiero al Tour de Francia y a la Fórmula 1, ambos con el argumento justificativo del impacto económico y publicitario que tienen sobre la economía local y sobre la marca Barcelona.
Puedo contestar con una cierta autoridad porque este ha sido un argumento que he utilizado, en muchas ocasiones, para explicar la importancia de la actividad de Fira de Barcelona o del Mundial de Natación en el que en ambos fui su director general.
Es innegable su repercusión económica positiva tanto en los servicios que proporciona a la ciudad, como en la generación de empleo.
Se han realizado muchos estudios, pocos de carácter independiente, y todos ellos tienen por finalidad justificar y blindar las críticas que en muchas ocasiones genera estas actividades.
Casi siempre el argumento no explicitado es; “los recursos públicos utilizados (inversiones y subvenciones) y los impactos negativos que producen estas actividades deben estar claramente subordinadas al impacto económico positivo que generan”.
Son las propias organizaciones titulares de este tipo de actividades las que utilizan y difunden sus bondades económicas y los medios y destinatarios del impacto los que, a coro, secundan sin pestañear sus conclusiones.
En el caso de la Fórmula 1 el tema va más allá del impacto económico. Se trata de hacer frente, con todo tipo de medios, a la posibilidad de que no se renueve el contrato para 2025 y la repercusión negativa que tendría en la pérdida paulatina de peso económico de Catalunya frente a Madrid.
Por esta razón se monta la fiesta del Paseo de Gracia ocupando, durante 4 días, un espacio central de Barcelona, justo cuando se está haciendo un esfuerzo muy importante de pacificación del automóvil en la ciudad.
Y por esta razón se ha tomado la decisión de que sea la Fira de Barcelona quien gestiona el circuito de Montmeló con un modelo que Madrid ha utilizado para conseguir el contrato de la Fórmula 1 poniendo los palacios de IFEMA a mayor gloria de los organizadores.
Sea el Tour de Francia o el mundial de natación o cualquier otro evento de estas naturaleza, la conclusión está clara; para la ciudad queda justificado por el retorno económico que produce, para los organizadores es un argumento esencial para poner el precio más alto a su decisión de otorgar el evento.