IMPACTOS JUBILADOS S.A.

IMPACTOS JUBILADOS S.A.

AFE SENIORS EN VALENCIA.

La jubilación tiene múltiples ventajas.

Una de ellas es la de disponer de una inmensa batería de anécdotas de lo más variado si la memoria se conserva. Y otra, no menos importante, la de poder pronunciarse sobre temas recurrentes sin el corsé de lo políticamente correcto.

Y hete aquí que en el 60 aniversario de AFE se dieron las dos circunstancias. La anécdota y la libertad, aunque esta última bajo la presión de una moderadora implacable tipo señorita Rottenmeier.

Situemos el tema. Un ponente invitado desarrolla las conclusiones de un estudio sobre el IMPACTO ECONOMICO DE LA FERIA DE VALENCIA. Nos abruma con datos para que no haya dudas del rigor empleado y sus conclusiones son claras.

En síntesis, concluye con algo conocido, que la actividad ferial debe medirse por el impacto que genera sobre la economía local y regional.

Y aquí se despiertan mis recuerdos y mis conclusiones que pueden provocar polémicas a diestro y siniestro.

De estudiante conocí las tablas input i output creadas por el insigne matemático de origen ruso Wassily  Leóntiev. Este describió sintéticamente el funcionamiento de una economía en términos materiales. La idea básica es que para generar los outputs de un sector son necesarios los inputs de otros, es decir los impactos económicos.

Y esa es la base para entender el impacto de cualquier actividad productiva y como no de las ferias.

Cuando fui nombrado director de feria de Barcelona coincidió con una crisis económica, año 1994, de caballo. Solo un ejemplo; El salón Náutico una de las perlas del calendario ferial tenía 80.000 metros cuadrados pen 1992 y pasó a tener a penas 20.000 y así en casi todos los salones. Un desastre total.!!!

Había que desviar la atención sobre los números concretos, la superficie contratada y ponerla en el foco sobre el impacto económico.

En la Fira realizamos el primer estudio sobre el tema para desviar la atención, pero ni por esas.

El desastre era de tal magnitud que acordamos presentar la liquidación de salones a las autoridades, Cámara de Comercio, Generalitat y Ayuntamiento, sin datos, solo con pequeñas filmaciones (no existía el video) que aparentaran un gran éxito de convocatoria. Música a tope y vistas generales de stands y recinto para dar la impresión de que todo estaba ocupado y que marchaba según lo previsto.

Salimos de rositas gracias a esta estrategia excepto cuando alguien nos descubrió “Cabruja, de esta situación económica tan penosa no tienes las culpa.  Eres un mago del trampantojo. Miran imágenes y nadie te pregunta por los números, ya llegarán tiempos mejores. No te preocupes.”

Y llegaron. Tanto que fui elegido presidente de EMECA. ( The European Major Exhibition Centres Association)

Con un programa bien simple. Las ferias no debían considerarse como una actividad más. Su influencia en la economía local y regional eran un plus importantísimo a tener en cuenta y un estudio a nivel europeo nos daría la clave para el segundo punto de mi programa; la creación del MADE IN EUROPE, para establecer el sello europeo de calidad para los salones de EMECA.

Para los impactos, misión cumplida, para el made in CEE no hubo forma de canalizar la iniciativa. El soberanismo firal se impuso.

Y quién me lo iba a decir. Los impactos económicos me han perseguido toda mi vida profesional.

Efectivamente, como director de los X Campeonatos de Natación de la  FINA en 2003 había que demostrar que la inversión publica y privada (los patrocinadores) eran participes de un evento que multiplicaba los ingresos obtenidos, gracias a  su repercusión en transportes, alojamiento, restauración, servicios, y un largo etcétera, hasta llegar a un impacto total que superaba con creces a las propias ferias.

Si amigos, la trasmisión de horas televisivas a más de 150 países eran un valor de impacto mediático sobre la ciudad organizadora que desbordaba lo inimaginable. Un spot de TV en cada país varias veces al día y durante semanas.

Y llega el momento de la conclusión.

Entre la maraña de datos me aparece la pregunta clave también en Valencia.

¿Y todos esos estudios para qué?

Creo que ya está contestado.

Son estudios para gloria de las actividades generadoras de impactos económicos que casi siempre están cobijadas en estructuras físicas públicas de difícil amortización en el medio plazo.

¿Se trata de justificar estas inversiones? Lo dejo a criterio del lector.

Y un corolario final.

Las ferias deben medirse con datos objetivos e incuestionables que no requieran de música ni de trampantojos.

La actividad ferial se mide aquí y en China mediante la facturación realizada por la venta de superficie y por el número de expositores a los que el organizador ferial ha facturado. Todo lo demás está muy bien, pero en términos de gestión es desgraciadamente secundario.

En AFE cuando se clasificaban las ferias para establecer un ranking, siempre se hacía mediante estos datos, nunca por otro tipo de conceptos, como por ejemplo los visitantes que siempre tenían tendencia al infinito.

Y finalmente un dato más que no aparece en los estudios. Me refiero a la eficiencia y productividad de los recintos.

Nos guste o no, la eficiencia de un recinto es el número de veces que se han vendido los metros cuadrados disponibles en un ejercicio económico para la actividad ferial.

Y eso es todo amigos de AFE.

Esta extensa reflexión es fruto de la edad y de la libertad para explicar sin complejos lo que pienso sobre el impacto económico de las ferias.

Posdata. Entiendo ahora que la moderadora, a la que pido excusas,  prejuzgara que mi intervención excedía lo razonable y me llamara al orden sin complejos.

Gracias amigos por leerme. Un abrazo.