LA LEGALIZACION DEL PSUC.

LA LEGALIZACION DEL PSUC.

Queridos amigos, os comenté mi afición por las películas para concluir que todos tenemos, en el recuerdo, algunas que se han hecho memoria en el presente.

Igual nos pasa con algunas fotos que forman parte destacada de nuestra vida. Fotos icónicas que proyectan nuestra vida más allá de las familiares o profesionales.

Seguro que recordáis algunas dedicando algo de tiempo a la tarea.

En mi caso, tengo una foto que siempre me viene a la cabeza y que recuerda mi juventud política. Cuando tengo ocasión la enseño a mis amigos porque me siento orgulloso, sin remordimientos, de mi pasado político.

Fui, como ya sabéis, de muy joven, militante del Partit Socialista Unificat de Catalunya, del PSUC, el Partit dels Comunistes de Catalunya.

El 9 de abril de 1977 se legalizó el PCE y por fin, con una alegría indescriptible, podíamos proclamar que éramos comunistas dispuestos a cambiar el mundo. Así de ingenuos, así de comprometidos!

Ahora puede resultar una historieta, pero, ¿sabéis queridos amigos lo primero que hicimos los del PSUC, unos días después de la legalización, en nuestro barrio de Hostafrancs?

Lo teníamos pensado y discutido en la agrupación desde hacía tiempo. Cuando nos legalicen nos presentaremos en sociedad y lo primero que haremos será comunicarlo a la policía.

Dos militantes fuimos a la comisaría y, a cara descubierta, con toda la seriedad del mundo, y con las piernas temblando, pedimos audiencia al Sr. Comisario.

El policía de la puerta, de gris y armado, nos preguntó “¿de parte de quién.”?

Dimos nuestros nombres y añadimos, somos representantes del PSUC, de los comunistas del barrio.

No sé si al guardia le temblaron también las piernas, como a nosotros, pero lo encajó bien. Consultó por teléfono desde la garita y al cabo de un tiempo, que se nos hizo eterno, nos dijo, “pueden ustedes subir a la primera planta. Les espera el comisario.”

“Señor Comisario, venimos como representantes del Partido a ponernos a su disposición y ayudarle en aquello que Vd. considere oportuno. Nosotros queremos una transición de la dictadura a la democracia en paz y concordia, y queremos hacerle patente que, en esa tarea, contamos también con su colaboración.”

Recuerdo unas pocas palabras protocolarias de respuesta del Comisario. Más bien recuerdo su cara de estupefacción, pero, aguantó el tipo y nos dio la mano con fuerza y, sinceramente, creo que lo hizo con algo de admiración para aquellos dos jóvenes que parecían buenas personas.

¿Pero y la foto icónica Adolf? ¿Cuál es esa foto que siempre recuerdas?

Pues ya se puede ver y leer en

adolfcabruja.com

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